Con la llegada del calor vamos a tener que tomar medidas para mantener el hogar fresco sin tener que romper el cochinito.
Si te agobia tener una deuda muy alta con la compañía de electricidad, sigue leyendo estos consejos.
¿Tienes un ventilador? Úsalo si tu aire acondicionado central te hace temblar al pensar en el recibo de electricidad. Un ventilador, en comparación con el aire acondicionado, usa 95% menos energía. Puedes colocar el aire a 75 grados y con el ventilador sentirás el ambiente hasta 6 grados más fresco. Haz la prueba!
Mantén tu casa como si un vampiro viviera contigo: Aparte del ajo, los vampiros huyen de la luz. Durante el verano tenemos que evitar que el sol entre a nuestra casa y la caliente en exceso. Mantén las persianas y cortinas cerradas, de esa manera no dejamos que se filtre el sol y tenemos que gastar menos energía para enfriar nuestro hogar.
¡No seas curioso!: Dice un buen refrán que “la curiosidad mató al gato”. Bueno, no hay que ser tan exagerados, pero seguro no sabías que cada vez que abres la puerta del horno para ver si la comida está lista, si se doró o si se ve bonita, la temperatura desciende de 5 a 10 grados. Además, el horno genera mucho calor en la casa, prefiere el microondas.
¡No te quedes en el pasado, actualízate!: La tecnología ha cambiado a nuestro favor. Si reemplazamos un aire acondicionado de hace 20 años, podemos ahorrar entre 30 y 50% en consumo de energía. Recuerda que ComEd puede reciclar tu refrigerador y aire acondicionado de ventana y además te dan un incentivo.
Yo programo, tú programas, él programa: Que sabroso es llegar a la casa y que esté fría, ¿no? No esperes a llegar a tu casa para encender el aire acondicionado. Tampoco lo tienes que dejar encendido todo el día. Compra un termostato programable y ajústalo según la hora que planeas llegar a tu hogar. Si lo usas de manera adecuada te puedes ahorrar hasta $100 anuales. Ah, y cuando lo instales, no lo coloques cerca de un TV o una lámpara, hará que trabaje de más.